jueves, 24 de septiembre de 2015

Proteger la vista, una tarea de todos

Proteger la vista una tarea de todos
ANSI establece la norma Z87.1-2010

La visión es uno de los sentidos más apreciados por las personas, y como no, si gracias a éste podemos ver a nuestras familias, disfrutar de los colores, admirar la belleza de cada día, gracias a nuestros ojos la vida es más fácil, ya que, podemos contemplar cada acción que realizamos, desde las más rutinarias hasta las que requieren de toda nuestra concentración. Pero, ¿qué conocemos realmente de este sentido? Primero, sabemos que gracias a nuestros ojos y a su correcto funcionamiento nuestro cerebro es capaz de procesar la información que se le envía. Sin embargo, el proceso es mucho más complejo.
Nuestros globos oculares tienen un diámetro de 2,5 centímetros aproximadamente y están ubicados en la parte superior de nuestro cráneo, los elementos que trabajan en el proceso de la visión son los siguientes: los párpados, glándulas lagrimales, esclerótica, córnea, iris, pupilas y vasos sanguíneos.
Para que este proceso se lleve a cabo, la luz atraviesa la córnea, estructura transparente que se encuentra en la parte frontal del ojo, este rayo sigue su trayectoria hacia el iris, que es la parte de color, aquí se controla la luz que pasará al cristalino, este proceso se lleva a cabo gracias a la pupila que mediante su dilatación se hace más grande o más pequeña dependiendo de la luminosidad del ambiente.
El cristalino, se encarga de calcular la distancia de las formas, este se encuentra detrás del iris, este órgano está conectado a un grupo de fibras, llamado músculo ciliar, que le permiten moverse y cambiar de forma para enfocar correctamente los objetos.
Cuando ya hemos calculado la luz y la distancia de los objetos, el proceso continúa en el cuerpo vítreo, que es un material claro y gelatinoso, y luego se llega a la retina, la cual posee millones de células sensibles a la luz, en donde estas impresiones de luz son conducidas por el nervio óptico y mediante la vía óptica llega al centro visual del cerebro, que es el lugar donde las imágenes se forman y logramos percibir las formas.
Por lo tanto, para que nuestra visión funcione de manera correcta es necesario que todas estas partes trabajen coordinadamente.

Pero además es muy importante proteger los ojos de manera externa, para esto el cuerpo cuenta con mecanismos de defensa naturales. Sus métodos de defensa para los agentes externos, son: los párpados, los lagrimales y la esclerótica. Los primeros lo protegen cerrándose cada vez que sienten alguna acción que pudiese ser peligrosa para el ojo, esto puede ser exceso de luz, cuando algún objeto se acerca repentinamente o se encuentra muy cercano, además se encargan de mantener al ojo limpio a través del pestañeo, acción involuntaria que se desarrolla varias veces por minuto, permitiendo mantener al ojo seguro de cualquier evento externo, como puede ser el polvo, alguna partícula, etc.

En segundo lugar, están las glándulas lagrimales, cuya función es hidratar el globo ocular, además el líquido que procesan, es el que le permite al parpado limpiar el ojo cada vez que pestañeamos, esta pequeña glándula, se encuentra en el rabillo del ojo y secreta dosis del fluido dependiendo de la necesidad, comúnmente se genera para mantener húmedo al ojo, otras veces cuando alguna partícula extraña logra penetrar en el globo ocular, se hidrata más, a fin de producir lágrimas que arrastren el agente contaminante fuera del sistema.

Finalmente, encontramos la esclerótica, que es la parte blanca del ojo, esta es una capa muy resistente que protege y cubre casi todo el globo ocular. Su función es proteger las partes internas del ojo, entre las que se encuentran los vasos sanguíneos, la córnea, el iris y la pupila.

Sin embargo y pese a que nuestro organismo posee múltiples formas de protegerse, los factores externos pueden jugarle una mala pasada. El exceso de luz, gases, agentes contaminantes, micropartículas, radiación, etc. Pueden dañar nuestra visión, y en algunos casos de manera severa e irreversible. Es por esto, que no basta con los medios de defensa naturales de nuestro organismo, es necesario que colaboremos a la protección de nuestra vista, ya sea, en nuestra vida cotidiana o en nuestro trabajo, proteger la visión de los rayos UV, de la contaminación, del exceso de luz que proviene de la televisión o los computadores, es imprescindible si queremos conservar una vista sana.

Y porque nuestra visión requiere cuidados especiales, es que las organizaciones mundiales han puesto atención a las medidas de seguridad que se aplican en los lugares de trabajo de riesgo, realizando normativas que protejan a los trabajadores de cualquier tipo de situación riesgosa para ellos.

Una de estas, es la (American National Standards Institute), organización que el pasado mes de abril, publicó la norma ANSI / ISEA Z87.1- 2010, que reemplaza y actualiza a la norma Z87.1 – 2003. Esta vez, la organización se centra en la protección de los ojos y la cara de los trabajadores, a fin de mantener los estándares de calidad en los equipos de protección que se utilizan en las diferentes faenas.

La establece en términos generales la protección mínima con la cual deben contar los usuarios de estos equipos de seguridad, estableciendo parámetros de selección, cuidado, mantenimiento, uso y entornos en los cuales se debe utilizar los protectores faciales o lentes de seguridad y cuál es el tipo apropiado para cada momento.

Este estamento se basó en los factores contaminantes o de riesgo a los cuales se verá expuesto el trabajador, estos pueden ser: exposición a químicos, radiación, material de soldadura, polvo o residuos en polución, a fin de evitar y prevenir daños en la visión.

Las modificaciones se proyectaron en las posibles situaciones riesgosas a las que se enfrentan los trabajadores a diario, es por esto que en esta nueva edición de la norma se pone énfasis en la naturaleza de los peligros, ya sean, salpicaduras o gotas de materiales, impacto óptico de radiación, polvo, partículas en suspensión, etc.
Puesto que no es lo mismo, una lesión por radiación, por quemadura o por agentes contaminantes o químicos, es que las organizaciones concuerdan en que cada actividad debe tener su propia reglamentación e implementos, para así proteger de manera adecuada y pertinente al trabajador.
La idea principal que se persigue al sustituir la norma, es alcanzar los tres objetivos primordiales para la ANSI, estos son ampliar la cobertura de los protectores faciales, reorganizar la norma a fin de adecuarla a las exigencias actuales que requieran los usuarios expuestos a riesgos laborales y establecer condiciones y métodos para el uso de gafas de protección, ya sea de polvo, niebla o salpicaduras.
“El uso de protección visual es importantísimo en las faenas, que el trabajador se ponga las gafas de seguridad promueve que el clima de trabajo sea tranquilo sin sobresaltos y sin accidentes. Un descuido de segundos, puede significar perder la vista, por eso hay que insistir a los trabajadores en el uso de protección, y que sea un hábito en todas las áreas”, explica René Majmud Barahona, experto en prevención de riesgos, Nº AN/ T-1025.

Gracias a esta revisión a la norma, es posible otorgar a los usuarios la información pertinente sobre el uso y manejo de los elementos de protección faciales para cada tarea específica, ya que como ya mencionamos, cada tarea debe cumplir con los elementos de seguridad adecuados para ella.
Riesgos LaboralesLos daños que se pueden producir en la visión son evitables, y para esto es preciso que los trabajadores lleven sus gafas de protección según las áreas en las que desempeñaran sus faenas. Algunos de los riesgos a los que se ven expuestos los trabajadores son los denominados riesgos invisibles o radiación; son aquellos que tienen relación con los rayos UV, estos trabajan de forma paulatina e impalpable al estar expuestos a la radiación por largos periodos de tiempo, dañando la córnea y el cristalino. Como no es posible darnos cuenta del daño que se está ocasionando en nuestra vista, no nos percatamos que este va afectando nuestra visión de manera acumulativa. La luz que penetra va ocasionando quemaduras por el aumento de la temperatura en los tejidos, además de ocasionar daños foto biológicos.

“Los trabajadores solo ven el daño concreto, la herida, el corte, pero pocas veces prestan atención a los daños que se van produciendo en el interior, en lo que no vemos, y no toman en cuenta que muchas veces estos daños terminan siendo crónicos”, asegura René Majmud. Además, están los riesgos visibles, como pueden ser las salpicaduras de algún material de trabajo en el ojo, lo que puede causar una lesión severa, dependiendo de la cantidad de la sustancia y el contacto directo que tenga con el ojo del trabajador. Si bien, estos accidentes de pueden dar por descuido, el uso de las gafas es lo que marca la diferencia entre un accidente grave y uno leve, o entre una ceguera permanente por no llevar puestas las gafas y un susto por una salpicadura en ellas.

Otros riesgos recurrentes, que también provocan lesiones a la visión son el polvo en las faenas, que si bien, es un factor constante dentro de estas no significa que el trabajador debe prestarle menos atención. El polvillo lleva muchas partículas de diferentes tipos, dependiendo del componente, puede afectar más o menos al ojo, y en algunos casos con partículas más pesadas o de mayor tamaño, puede ocasionar pequeños cortes en el globo ocular, lo que no debe dejarse de lado ni provocar descuido.
Las gafas de seguridad de MSA, se caracterizan porque sus modelos están diseñados para proteger frente a impactos mecánicos, polvo y radiación UV, otorgando una completa protección para un sin número de trabajos, ya sean, mecánicos, de montaje, de manejo de materiales peligrosos, etc. Además, protegen los ojos frente a posibles salpicaduras y polvo grueso. Sin embargo, es responsabilidad de los trabajadores cumplir con las normativas y utilizar el implemento adecuado a cada labor, a fin de que las gafas de seguridad sean
aprovechadas en su totalidad para el fin que están diseñadas.

Igualmente, los diseños de la gafas se caracterizan por su alta calidad, confort y modernos diseños altamente preparados para satisfacer los gustos y necesidades de cada trabajador. Cabe mencionar, que estos elementos de seguridad poseen un ajuste seguro y accesorios que permiten mantener su calidad, tales son: estuches especiales, recubrimientos y tintado de protección para rayones, soluciones de limpieza, etc. Todo a fin de promover su uso entre los trabajadores, adecuándose a la faena y proporcionando un diseño moderno y seguro, con el objetivo de que las gafas de MSA no sean aparatosas, sino más bien cómodas, seguras y estéticas.
Por su parte MSA, recomienda que los productos de seguridad se rijan por los estándares de la última versión del estándar, es por esto que los implementos se han probado a fin de garantizar su cumplimiento a la norma. Aquellos implementos que requieran algún tipo de cambio, se irán perfeccionando rotatoriamente, vale decir, por etapas, teniendo como meta que todos los productos de MSA estén aprobados con la nueva norma en un periodo de 6 meses. Además, se realizarán los cambios de rotulados en algunos productos, para especificar su función, tal cual lo indica la norma Z87.1 2010.


Referencias Biliográficas

paritarios (s.f) Paritarios.cl. Proteger la vista, una tarea de todos. Recuperado de : http://www.paritarios.cl/especial_proteger_la_vista_una_tarea_de_todos.html

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